19 de octubre, 2016 14:05
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Un paro de mujeres. Un paro para cuidar de nosotras mismas, para defender y cuidar nuestras vidas, para hacernos visibles en la historia. Un paro de las sobrevivientes de todas las muertes, de todas las negaciones, de todos los golpes. Un grito que rompe el silencio. El hartazgo de que pretendan detenernos así, a pura muerte, a puro feroz asesinato. Un paro que rápidamente se ha vuelto revuelta, insurgencia, rebeldía, de mujeres, de lesbianas, de travestis, de trans. Las amenazadas desde siempre por la violencia patriarcal y por la héteronorma, aquí estamos, paradas, parando. Llenamos las calles vestidas de luto. Estamos vestidas con el color de nuestras ancestras rebeldes, que resistieron a todas las esclavitudes. Nuestra rabia es negra, como la de las mujeres que nos enseñaron la lucha por la libertad. Nuestra rabia se extiende como mancha en forma de ya basta. Un paro que se multiplica y se dispara, como cuando pateamos un avispero. Si nos patean, respondemos. Lucía somos todas. Si nos golpean, salimos en bandada. Estamos aprendiendo a volar. Si no paran de matarnos, paramos. Hoy una hora. Mañana dos, tres, las que sean necesarias. ¿Cómo será cuando paremos el mundo hasta que caiga el patriarcado con sus miserias y su violencia? ¡Escuchá la editorial completa! Leer más
Un paro de mujeres. Un paro para cuidar de nosotras mismas, para defender y cuidar nuestras vidas, para hacernos visibles en la historia. Un paro de las sobrevivientes de todas las muertes, de todas las negaciones, de todos los golpes. Un grito que rompe el silencio. El hartazgo de que pretendan detenernos así, a pura muerte, a puro feroz asesinato. Un paro que rápidamente se ha vuelto revuelta, insurgencia, rebeldía, de mujeres, de lesbianas, de travestis, de trans. Las amenazadas desde siempre por la violencia patriarcal y por la héteronorma, aquí estamos, paradas, parando. Llenamos las calles vestidas de luto. Estamos vestidas con el color de nuestras ancestras rebeldes, que resistieron a todas las esclavitudes. Nuestra rabia es negra, como la de las mujeres que nos enseñaron la lucha por la libertad. Nuestra rabia se extiende como mancha en forma de ya basta. Un paro que se multiplica y se dispara, como cuando pateamos un avispero. Si nos patean, respondemos. Lucía somos todas. Si nos golpean, salimos en bandada. Estamos aprendiendo a volar. Si no paran de matarnos, paramos. Hoy una hora. Mañana dos, tres, las que sean necesarias. ¿Cómo será cuando paremos el mundo hasta que caiga el patriarcado con sus miserias y su violencia? ¡Escuchá la editorial completa!