May 27, 2024 16:06
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Invitado: Marcelo Brignoni ++++++EDITORIAL++++++ La definición de la geopolítica dice que es un método de estudio de la política exterior para entender, explicar y así poder predecir el comportamiento político internacional a través de variables geográficas, políticas, étnicas, económicas, históricas y otros factores que inciden en la conducta de las sociedades, que determinan finalmente la política exterior de cada país o región. Y aunque la disciplina como tal, es muy nueva, existe una buena cantidad de analistas profesionales de gran nivel. Sin embargo, el grado de acierto de las predicciones está relacionado con la reiteración sistemática de determinados movimientos analizados en el tiempo. ¿Pero que pasa cuando las variables tienen un comportamiento errático, poco habitual o se producen de manera radicalmente distinta a lo conocido? Eventuales nuevas formas de procesamiento y recepción de la comunicación, envejecimiento y crisis de sistemas políticos conocidos o eventos inesperados que sacuden el desarrollo económico… no importan las causas, pero sí, la nueva realidad que se genera. Entonces, no sólo la geopolítica puede desconectarse de los hechos, también las otras disciplinas que entran en el análisis, comienzan a mezquinar respuestas, cuestionan las evaluaciones imprecisas y la incertidumbre comienza a ganar espacio en todos los ámbitos, incluyendo al académico. Quizás sean un poco exagerado todos estos enunciados, pero lo cierto es que los cambios, los sacudones y las crisis... que vienen en aumento en las últimas décadas, hacen que el análisis geopolítico resulte muy poco clarificador de lo que ocurre y de lo que va a pasar. A pesar de todo este panorama aún no podemos, ni debemos, renunciar a revisar los hechos y sus consecuencias. Por eso, hoy nos vamos a los Balcanes, más precisamente a Serbia. Read more
Invitado: Marcelo Brignoni ++++++EDITORIAL++++++ La definición de la geopolítica dice que es un método de estudio de la política exterior para entender, explicar y así poder predecir el comportamiento político internacional a través de variables geográficas, políticas, étnicas, económicas, históricas y otros factores que inciden en la conducta de las sociedades, que determinan finalmente la política exterior de cada país o región. Y aunque la disciplina como tal, es muy nueva, existe una buena cantidad de analistas profesionales de gran nivel. Sin embargo, el grado de acierto de las predicciones está relacionado con la reiteración sistemática de determinados movimientos analizados en el tiempo. ¿Pero que pasa cuando las variables tienen un comportamiento errático, poco habitual o se producen de manera radicalmente distinta a lo conocido? Eventuales nuevas formas de procesamiento y recepción de la comunicación, envejecimiento y crisis de sistemas políticos conocidos o eventos inesperados que sacuden el desarrollo económico… no importan las causas, pero sí, la nueva realidad que se genera. Entonces, no sólo la geopolítica puede desconectarse de los hechos, también las otras disciplinas que entran en el análisis, comienzan a mezquinar respuestas, cuestionan las evaluaciones imprecisas y la incertidumbre comienza a ganar espacio en todos los ámbitos, incluyendo al académico. Quizás sean un poco exagerado todos estos enunciados, pero lo cierto es que los cambios, los sacudones y las crisis... que vienen en aumento en las últimas décadas, hacen que el análisis geopolítico resulte muy poco clarificador de lo que ocurre y de lo que va a pasar. A pesar de todo este panorama aún no podemos, ni debemos, renunciar a revisar los hechos y sus consecuencias. Por eso, hoy nos vamos a los Balcanes, más precisamente a Serbia.